Alberto Fernández le dió a conocer a la comunidad y religiosa #SeamosUno, que tienen dentro católicos, judíos y evangélicos, que desde en este momento la Tarjeta AlimentAR va a tener carga semanal, “de forma de acortar los plazos y sustituir la carga por mes que se hacía el tercer viernes de cada mes”.
El grupo tuvo una reunión esta tarde en la Vivienda de Olivos para argumentar la asistencia alimentaria que desplegarán entre los sectores más atacables al encontronazo de la pandemia, distribuyendo cajas con productos donados por enormes productores de comestibles, que ellos mismos se encargarán de repartir y van a llegar a 2 millones de familias.
Del acercamiento participaron Luciano Ojea (director nacional de Caritas Argentina),Ariel Eichbaum (presidente de AMIA) Osvaldo Carnival (pastor de la Unión Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina – ACIERA), Rafael Velasco (provincial de la Empresa de Jesús), Santiago Nicholson (presidente del Banco de Alimentos), Marisa Giráldez (directora general de la Fundación Banco de Alimentos), Norberto Saracco (presidente del Consejo de Pastores de la Localidad de Buenos Aires), el padre jesuita Rodrigo Zarazaga (presidente del Centro de Exploración y Acción Popular -CIAS) y Felipe Vismara (secretario estudiantil de CIAS).
Por su lado, el Presidente estuvo acompañado por el ministro de Avance Popular, Daniel Arroyo, el secretario de Culto, Guillermo Olivieri, el secretario general de la Presidencia, Julio Vitobello y el diputado nacional Eduardo Valdés.
En un aviso, Presidencia narró que el emprendimiento #SeamosUno es una red de organización de donaciones de enormes productores de comestibles, cuyo propósito es proveer de cajas alimentarias a dos millones de familias del AMBA, por medio de una logística puerta a puerta.
Por su lado, desde la organización señalaron que “esta idea supone un completo control en los procesos de recaudación, compra de productos, control de las cajas y distribución de las mismas, todo ello auditado por empresas de renombre nacional e en todo el mundo que afirman la transparencia del proceso”.
#SeamosUno cuenta, además, con la participación de los hombres de negocios Luis Pagani, de Arcor, y Luciano Miguens, ex presidente de la Sociedad Rural. Y convocaron a “asociaciones, uniones y cámaras de compañias a responder unidos en este acuciante instante en el que sufren muchos argentinos”.
Este acercamiento es el tercero con movimientos religiosos que concretó el Presidente. Primero lo logró el martes de la semana anterior con los llamados “curas villeros”, los presbíteros José María “Pepe” Di Paola, Lorenzo “Toto” De Vedia, Carlos “Charly” Oliveros, etc, con quienes tuvo una reunión luego de que emitieran un duro archivo, cuestionando las reglas de aislamiento popular, preventivo y obligación en los barrios más humildes, “de irrealizable o muy complicado cumplimiento en barrios donde hay un fuerte déficit de agua potable, de calidad de agua segura y donde bastante gente viven en los pasillos de los barrios sin ingreso a condiciones elementales”.
Alberto Fernández tuvo una reunión hace una semana con los “curas villeros”
El sábado último, Fernández recibió en Olivos al grupo de “Curas de Alternativa por los Pobres”, que viene dentro por el misionero espiritual Daniel Echeverria, de La Matanza, el padre Paco Olivera, de Merlo-Moreno, el diácono Ricardo Carrizo, de Quilmes, y los padres Eduardo de la Serna e Ignacio Blanco, de Quilmes además.
Los dos grupos coincidieron en que los refuerzos en la asistencia alimentaria son la clave para lograr el triunfo en el corto período, mientras se van desplegando otras medidas, como un sistema de “changas cortas”, que en varios casos podría realizarse en los mismos barrios, para crear capital propios y sostener la fortaleza emocional de los grupos familiares.